Skip to content

“La comida ya no controla mi vida,
tampoco el deporte. Seguiré luchando
por mi y por mi hija.”

Tengo 39 años y llevo toda la vida angustiada con mi cuerpo. Nunca he sido una chica delgada, más bien normal pero con bastante pecho. A partir de que empezara a desarrollarme empecé a compararme  muchísimo con mis amigas, chicas delgaditas y muy monas. A mi los chicos me llamaban tetona, siempre he llamado la atención por esta parte de mi cuerpo, hasta el punto de esconderme a toda costa. Siempre visto de negro para disimularlo.

Me ha preocupado siempre en exceso lo que pensasen de mi, hasta el punto de anteponer las necesidades de los demás a las mías propias, crecí en una familia desestructurada, mis padres se separaron cuando tenía 11 años y mi madre siempre ha estado enferma. Que mi hermana no sufriese en exceso y que mi padre no dejase de quererme era mi prioridad. La responsabilidad de hacer de adulto antes de tiempo, y la auto exigencia que me ponía para ser una buena hija, ha hecho mella en la persona que soy hoy. Nunca fue suficiente, cuanto más me esforzaba peor lo hacía para mis padres. Me convertí en un estorbo, o al menos eso sentía.

En mi adolescencia sufrí varios episodios de atracarme de comida para luego vomitar.. no era algo muy habitual pero sucedió en varias ocasiones. Sufrí una adolescencia de mucha soledad e incomprensión, la manera de no ver mi propia realidad era proyectando una imagen irreal de mi misma, yo quería ser cool, quería pertenecer, quería ser especial para los demás...Siempre he sido muy creativa así que empecé a trabajar en el mundo de la moda y a relacionarme con un ambiente muy superficial, el nivel de angustia por tener una imagen perfecta me llevaba a sentir una insatisfacción con mi cuerpo increíble.

testimonios-image-banner

“Me he matado
a dietas toda mi vida”

A medida que fui creciendo empecé a probar dietas imposibles, las he hecho todas... la dieta hiperproteica, tirarme meses comiendo solo proteína midiendo mis índices de cetosis diariamente para saber cuanta grasa estaba quemando por ejemplo. Me he matado a dietas toda mi vida para ser perfecta.

Hoy se que mi salud física corrió peligro.

Hoy se que mi salud física corrió peligro.

A partir de los 30 con el auge de las redes sociales y de moda de la imagen fit, descubrí el deporte y los efectos que tenía en mi cuerpo... llegaba a entrenar cada día y cenaba todas las noches zanahorias. El viernes siempre me liberaba comiendo sin desenfreno, entrando en un ciclo de atracón–restricción. Me sentía poderosa y fuerte, pero el día que no podía ir al gimnasio sentía literalmente como me crecía el culo, la angustia me superaba...era una esclava de mi cuerpo oficialmente.

Cuando nació mi hija me detectaron tiroides, empecé a engordar esta vez sin motivo, entré en un ciclo depresivo muy fuerte. NO controlaba mi cuerpo y tampoco mi vida. La angustia era terrible, odiaba mis piernas, mi barriga, mis tetas, me odiaba con todas mis fuerzas....Decidí ponerme en tratamiento psicológico, nunca me gustó la idea de ir al psicólogo... Empezamos a trabajar mi pasado y a encontrar asociaciones directas entre las emociones que sentía, mi pasado y como esas emociones se traducían en un castigo para con mi cuerpo a través de la comida.

Sigo en tratamiento, no puedo decir que me he curado porque sigo trabajando en ello. Sí que puedo decir que he empezado a aceptarme y esto me ha ayudado a ponerme en paz con mi cuerpo y con la alimentación. La comida ya no controla mi vida, tampoco el deporte. Seguiré luchando por mi y por mi hija.

escuchar-podcast

 

Si crees que necesitas ayuda puedes reservar tu

primera sesión con una de nuestras expertas en TCA para iniciar tu proceso de recuperación.

Escucha otras historias reales en Podcast

Suscríbete a Identya

Recibe todas las novedades, y artículos creados por nuestras expertas en TCA y Psiconutrición semanales, para ayudarte a en tu proceso.